
“Antiguamente las emanaciones con crudos producían muchas partículas y nos tocaba siempre andar con más protección respiratoria y proteger los equipos. Con el gas ese riesgo se acabó”.
Norberto Munar, operador de calderas
de Cervecería Leona. |
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Unas 800 empresas lo utilizan en sus operaciones
El gas, a todo vapor
Luego de posicionarse en el mercado residencial y vehicular, el gas se ha convertido en el mejor aliado de las industrias del país, como un combustible más limpio, eficiente y de fácil operación.
Por Angélica Moreno
Norberto y Wilson no se conocen; es más, cada uno trabaja en un extremo
de la ciudad de Bogotá y sin embargo
comparten la misma sensación: el gas natural cambió su rutina
laboral. Ya no tienen que preocuparse
por la llegada de carrotanques, por el mantenimiento continuo de tuberías,
incluso su presentación personal
ha mejorado, pues ya no manipulan combustibles líquidos.
Norberto Munar trabaja como operador
de calderas en la Cervecería Leona y Wilson Jordán como supervisor de hornos en Alfagres, dos de las 799 industrias que desde los últimos cinco años en Bogotá y la región cundiboyacense incorporaron el uso del gas natural a sus procesos de generación de energía térmica.
El esfuerzo que han hecho las empresas
comercializadoras para lograr que el gas natural desplazara combustibles
como el fuel oil, el crudo Castilla y en algunos casos el carbón, no ha sido sencillo. Primero compitieron con tarifa
y después determinaron qué atributos
y ventajas tenía el gas frente a otros sustitutos para ofrecer un mejor servicio. “Tenemos un grupo de asistencia
técnica, donde una serie de ingenieros
especializados hacen todo el análisis energético, cómo y para qué están
usando los clientes el gas”, afirma Jaume Miró, director de Gran Consumo de Gas Natural E.S.P.
Es así que compañías como Gas Natural firmaron compromisos de relación
de consumo con los clientes, asumiendo
el costo si la eficiencia calculada no se cumplía.
En Alpina, por ejemplo, la línea de suministro
del gas a la planta, la estación de regulación y la línea interna hasta las calderas, corrieron por cuenta de Gas Natural; mientras que Alpina pagó los derechos
de conexión, las obras eléctricas, la adecuación de los sistemas de control de combustión de las calderas y la medición del flujo instantáneo de vapor.
Esta clase de esfuerzos compartidos ha permitido que industrias tan grandes
como Bavaria o tan pequeñas como una alfarería en Ráquira, conviertan sus equipos, implementen mejores prácticas de producción y reduzcan las emisiones al ambiente de dióxido de carbono, óxido
de nitrógeno y cenizas, entre otros.
Cambio de mentalidad
Así como la entrada del uso del gas natural residencial y vehicular generó incertidumbre en un comienzo, la aplicación
del gas en las industrias también rompió ciertos paradigmas.
A algunos empresarios les preocupaba la ausencia de un depósito de gas que les asegurara la disponibilidad del combustible
los 365 días del año. No obstante, en empresas como Leona, donde se utilizan dos millones de kilogramos de vapor al mes para procesos como la cocción de la cerveza, el pasteurizado y lavado de botellas,
se cuenta con calderas duales que permiten el uso de un combustible líquido si por alguna circunstancia es interrumpido
el suministro de gas natural.
Por otra parte, las altas temperaturas hacían dudar a más de un empresario si era el gas el combustible adecuado. Hoy en día, en procesos como la elaboración de cerámica se ha comprobado que el gas es ideal aun con temperaturas promedio
de 1.170 grados centígrados.
Jaime Hernández, gerente de planta de Alfagres, explica que el gas natural permite una combustión completa y facilita
la estabilización de temperaturas. Señala incluso que el producto obtuvo una ganancia para el mercado colombiano,
ya que con el gas la tonalidad de las baldosas se volvió más uniforme.
Las noblezas del gas
Una de las principales ventajas del gas que destacan las industrias es el suministro
confiable. “El recibo de combustible líquido generaba mucha contaminación,
el proceso era engorroso para el operador, había constantes camiones en el área y en cambio ahora el operador ya no necesita recibir combustible, es un suministro constante, no tiene conexión
humana entre el proveedor y la planta”, afirma Mauricio Ocampo, jefe del Departamento Técnico de Servicios Industriales de Cervecería Leona.
Se reconoce, además, su beneficio en reducción de costos tanto por la eficiencia
de este combustible como por operaciones de mantenimiento. Agustín Navarrete, ingeniero del departamento de Diseños y Montajes de Alpina, comenta
que la reducción en el costo total
del combustible, que obtienen desde que en noviembre de 2004 pusieron en marcha sus calderas, es en promedio
de 5%.
Por su parte Oscar Blanco, ingeniero
mecánico de Servicios Industriales de Leona, reafirma que el gas es más eficiente.
“La viscosidad del combustible líquido puede cambiar; reduciendo considerablemente
la eficiencia, porque necesitamos
más equipos para producir la misma cantidad de vapor”.
El bombeo de crudo generaba dificultades: “había que mantener las tuberías precalentadas para poder bombearlo a través del horno, hoy en día con el gas natural la tubería permanece limpia, no hay que estar taladrando, el combustible
llega y pasa a la zona”, comenta Wilson Jordán, supervisor de los hornos
de Alfagres.

El gas ha permitido mejorar la mayoría de procesos productivos en diferentes tipos de industrias.
Esta reducción en el número de equipos
repercutió en el total de horas utilizadas
en labores de mantenimiento. En el caso de Leona la limpieza de tubos en las calderas duraba aproximadamente cuatro días y actualmente el tiempo se redujo a la mitad.
Otro de los aspectos mencionados por los industriales es la disminución del riesgo en seguridad industrial y salud
ocupacional en los operadores del área de calderas, pues “el gas natural contribuyó a disminuir esta matriz de riesgos en un 40%, debido a que es un combustible más seguro de manejar y un combustible más limpio”, resalta Mauricio Ocampo.
Precisamente son los operarios quienes experimentan estos cambios: “Antiguamente las emanaciones con crudos producían muchas partículas y nos tocaba siempre andar con más protección respiratoria y proteger los equipos, el crudo hacía regueros y los overoles no duraban limpios. El tiempo
que ahorramos lo dedicamos a otras actividades administrativas que no representan
riesgo a la salud ni a los equipos”,
afirma Norberto Munar operador de calderas.
Hacia el futuro
Con un consumo que a mayo de este año alcanzaba los 40 millones de metros
cúbicos mensuales de gas, Jaume Miró reconoce que ahora el compromiso
es asegurar la confiabilidad y disponibilidad
de este servicio para los casi mil clientes que hay en Bogotá. “Les hemos
llevado el gas, les hemos mostrado esas bondades, pues ahora lo que quieren
es más disponibilidad, tenemos muchos
riesgos en nuestro entorno”.
Estos factores son valorados por los clientes, quienes reconocen entre sus temores la disponibilidad del gas en el futuro, el efecto de prioridad del suministro
al sector residencial sobre el industrial
y la seguridad para las redes de transporte del gas a lo largo del país.
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NUEVOS PROYECTOS
Aunque la mayoría de empresas utiliza el gas para generar energía
térmica, Ecopetrol S.A. y Gas Natural E.S.P. adelantan un acuerdo
para la promoción de proyectos
de cogeneración en Bogotá y el altiplano cundiboyacense que permitiría la producción combinada
y simultánea de energía eléctrica
y térmica a partir de un mismo combustible.
Con el apoyo de un consultor externo se han realizado hasta el momento visitas técnicas y estudios
de ingeniería en ocho industrias,
con resultados que muestran la viabilidad de los proyectos.
Una vez se logre concretar el interés
de estas empresas, se desarrollará la ingeniería básica de por lo menos tres industrias junto con los pliegos técnicos para la licitación
de la mejor solución técnica de acuerdo con sus necesidades específicas.
Los proyectos con mejores resultados
representarían un incremento
en las ventas de gas de Ecopetrol de 2.63 (GBTUD) además
de reducir costos y mejorar la confiabilidad del suministro de energía de las empresas.
Generalmente, la energía eléctrica
es suministrada por una comercializadora
y la energía térmica es generada por una caldera convencional
propia. Si ambas se producen
mediante la cogeneración, se reduce en promedio el consumo
de combustible en un 30%.
Para las aplicaciones de los sistemas
de cogeneración, la energía térmica se puede usar en los sistemas
de acondicionamiento de aire para generar calefacción, enfriamiento
o ambos.
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