Este pilar busca fortalecer los lazos de confianza transparentes y éticos frente a la transición energética justa, hace referencia a intervenciones públicas y privadas que pretenden cambiar gradualmente la estructura económica, a una estructura baja en carbono, social y ambientalmente responsable. Detrás del concepto de una transición justa está el reconocimiento de la urgencia de una transformación ambientalmente sostenible que puede ser alcanzada con esquemas participativos en las que la innovación y la tecnología actúan como un catalizador para acelerar las soluciones a los retos futuros: