En el frente ambiental, los técnicos de Ecopetrol y las empresas contratistas instalaron 58 barreras en 14 puntos de control a lo largo de 22,5 kilómetros en los afluentes Lizama y Caño Muerto, para contener y recoger el crudo, así como esparcir sustancias especiales para eliminar las trazas del crudo.

La atención a la fauna ha sido otra de las prioridades. Un equipo de biólogos, ingenieros ambientales y veterinarios han rescatado 1.166 animales como iguanas, serpientes, sapos, lagartijas, peces, babillas, faras, cangrejos y aves, entre otros. Estos han sido dejados en las instalaciones de la organización de protección ambiental Cabildo Verde para su posterior liberación.