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El piloto es un proyecto con propósitos investigativos, para obtener información y evaluar la viabilidad de los Yacimientos No Convencionales en el país, con la participación de las comunidades. Esta investigación permitirá medir la producción que puede tener el yacimiento, pero el hidrocarburo que se extraiga en este ejercicio no representa un desarrollo a escala comercial.

La disposición del hidrocarburo encontrado en el piloto no sería viable desde el punto de vista técnico o ambiental, por lo que se tendrá que poner en una cadena de producción y consumo, sin que, se reitera, esto signifique un desarrollo comercial.

Adicionalmente, los Proyectos Piloto de Investigación Integral (PPII) permiten entender de manera integral el subsuelo y la superficie, de manera que el país cuente con suficientes elementos de juicio para tomar una decisión sobre aprovechar o no los Yacimientos No Convencionales en beneficio de la seguridad energética del país.

La caracterización del yacimiento permite a su vez inferir la producción que se puede tener a largo plazo, así como estimar el recobro y el petróleo/gas que hay en el sitio. Estos datos, junto a los aspectos sociales y ambientales, permiten evaluar si las expectativas de reservas son adecuadas para su exploración y desarrollo.

Recordemos que la Comisión de Expertos estableció que este debía ser un Proyecto Integral, y determinar el potencial hidrocarburífero es una de las dimensiones en las cuales el piloto debe generar información.

 

Dentro del carácter científico del proyecto Kalé, se han definido seis líneas de investigación.

  1. Aguas superficiales y subterráneas: Monitoreo de los acuíferos hasta una profundidad de 350 m. Perforación de un pozo de caracterización de acuíferos profundos, entre 400 m y 800 m de profundidad.
  2. Ecosistemas y biodiversidad: Se implementarán metodologías de caracterización de la biodiversidad que no han sido aplicadas previamente en Estudios de Impacto Ambiental, en procesos de licenciamiento. Estas metodologías permitirán estudiar, desde componentes muy específicos, el estado actual de los microorganismos y el entorno acústico donde se desarrollará el proyecto, con el fin de evaluar los potenciales impactos.
  3. Sismicidad: Monitoreo antes y durante toda la etapa operativa, para identificar si hay variaciones en el comportamiento del subsuelo.
  4. Caracterización del Yacimiento No Convencional: Ejecución de las actividades operacionales para establecer la viabilidad de la técnica del fracturamiento hidráulico multietapa en la roca de la formación de interés y evaluar la productividad del yacimiento.
  5. Salud pública: Estudios de línea base y monitoreo.
  6. Material radiactivo de ocurrencia natural: Identificación de contenido de materiales radiactivos de ocurrencia natural en formaciones cretácicas que serán objeto de actividades de fracturamiento hidráulico multietapa, en los fluidos contenidos en estas rocas y en el fluido de retorno.

Todas las actividades que realizamos los seres humanos generan un impacto -positivo o negativo- sobre el medio ambiente. La forma -métodos, técnicas y prácticas- o instrumentos que usemos para desarrollar nuestras actividades, permiten minimizar impactos negativos o mejor aún potenciar impactos positivos. Para la ejecución del PPII, se identificaron 16 instrumentos y 6 prácticas o métodos que tienen viabilidad técnica y económica para su implementación y que permiten:

  • Minimizar impactos sobre la calidad del aire, la huella hídrica, los ecosistemas y la biodiversidad, la generación de residuos y emisiones atmosféricas.
  • Reducir la probabilidad de ocurrencia de incidentes que puedan generar afectaciones sobre los acuíferos, aguas superficiales, suelo, sismicidad y la salud de las comunidades del área de influencia del proyecto.

Desde la reglamentación (Resolución 0904 de 2020), se viene desarrollando un esquema de diálogo, participación y seguimiento ambiental liderado por el Gobierno Nacional que incluye:

  • Diálogos territoriales
  • Mesas territoriales de diálogo y seguimiento
  • Monitoreo ambiental participativo durante la ejecución del proyecto
  • Representante de la sociedad civil en el comité evaluador [ANNS1]

Asimismo Ecopetrol ha venido habilitando diversos mecanismos de comunicación:

  • Entre 2020 y lo que va corrido de 2021 se realizaron más de 380 encuentros de diálogo y pedagogía. La prioridad es estar cerca, resolver inquietudes, honrar el derecho a estar debidamente informados por parte de la empresa y escuchar comentarios, sugerencias y reclamos que nutren el análisis y la reflexión sobre cómo aportar al desarrollo del territorio.
  • Desde finales de 2020 funciona la Oficina de Participación Ciudadana en el municipio de Puerto Wilches, con el fin de tener un espacio permanente de contacto con la comunidad, que permita suministrar información oportuna, y recibir y resolver inquietudes de los habitantes de la región.

 

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